Reconocimiento Fiesta
La Fiesta de la Vendimia de Daimiel arranca con un reconocimiento a esta labor
La segunda edición de la Fiesta de la Vendimia, organizada por la Federación de Asociaciones Culturales Ciudad de Daimiel (Fedada), comenzó el pasado viernes en Daimiel con el acto de inauguración celebrado en el Teatro Ayala. En él se marcaron los objetivos de las distintas actividades que conmemoran una labor típica en la tierra de Castilla-La Mancha desde hace varias décadas para intentar dar tradición y reconocimiento a una de las regiones que más riqueza tienen en cuanto al cultivo de la uva, según indicaron fuentes del Consistorio daimieleño.
Así, se presentó este festejo tras un repaso a lo que fue la edición del pasado año, con una sucesión de fotografías en las que los protagonistas de 2008 estaban acompañados de música popular relacionada con la vendimia. El presidente de Fedada, José María Díaz-Salazar, tomó la palabra presentando la vida y la propia vendimia como «una batalla en la que se debe luchar» y afirmó que «raíces, tradiciones y amor son las armas que el pueblo tiene para defender su tierra». El plato fuerte de la noche llegó de la mano del mantenedor de esta edición de la fiesta, el que fuera fundador de la Mancomunidad Tierra de Caballeros y Tablas de Daimiel, Rafael Cabanillas. Su pregón estuvo trufado de referencias cinematográficas y literarias, e incluso se atrevió a versionar al escritor Pablo Neruda. Su intervención finalizó con un consejo: «Divertíos, gozad, os lo merecéis». A su fin, el Teatro Ayala estalló en un consensuado y fuerte aplauso. También hubo reconocimiento para los vendimiadores de honor 2009, Francis López-Mechero y Miguel Rodríguez Bobada, que hicieron referencia a cómo era la vendimia hace unas décadas. En representación del último, tomó la palabra su sobrina Ángela, que mencionó que «de todas las que se celebran en Daimiel, la Fiesta de la Vendimia es la que más sentido tiene». Por su parte, López-Mechero recordó con nostalgia sus días de trabajo dedicados a esta labor y destacó que no quiere ni puede olvidar esos días de vendimia. Los últimos homenajeados fueron los pisadores de honor, Rubén y Ramón Sánchez-Camacho. Los encargados de que el restaurante El Bodegón se haya situado en primera línea, incluso, a nivel regional, animaron a los presentes en el acto a «beber y vivir», y reconocieron que «era un orgullo» ser designados pisadores. Concierto de la banda. El concejal de Festejos, Miguel Ángel Escuderos, fue el encargado de cerrar el acto en representación del alcalde de Daimiel, José Díaz del Campo. La noche no terminó ahí, y es que posteriormente apareció en el escenario la Banda Municipal de Música, para cuyo concierto el Teatro Ayala continuó abarrotado. Tras cuarenta minutos de música relacionada con la vendimia, se pasó a una «chorizada» popular a las afueras del teatro. La Fiesta de la Vendimia continuó durante la jornada de ayer con varias actividades, entre ellas la que cerró el día en la plaza de España que acogió La cabalgata de la Ugua, que paseó parte del fruto recogido por las parejas de vendimiadores durante la mañana de ese mismo día en una finca cercana a la localidad donde se celebraron otra serie de actividades para festejar la recogida de la uva. Los Pisadores de Honor ejercieron su labor y, tras la «pisá», llegó la ofrenda a la patrona, la Virgen de las Cruces, en la Iglesia de las Mínimas de Daimiel. La actuación de los grupos folclóricos locales Bolote y Tablas de Daimiel pusieron el broche a una jornada llena de actividad y emociones. |