Daimiel 2008
DAIMIELEÑOS DE PURA CEPA 



www.daimiel.org. – “El vino es nuestra razón de ser”, “soy manchega de pura cepa” o “nunca he tenido mejor público que mi cuadrilla”, son tres pinceladas que resumen el sentimiento que impregnó la inauguración oficial de la I Fiesta de la Vendimia. Pronunciadas por el mantenedor de la misma, Juan Elías Campo y por los vendimiadores de honor, Rosa Fernández Espartero y Carlos Redondo respectivamente; sirvieron, partiendo de lo personal para llegar a lo social, de reivindicación del binomio cultura vitivinícola e historia de Daimiel.

En cada una de sus intervenciones, la terna de distinguidos resaltó el significante y el significado de esta época del año. Sí Campos, el ex –director de Radio Daimiel y actual jefe de Gabinete de la consejería Industria, tuvo elogios para agricultores y bodegueros por su “esfuerzo en pos de un vino cada día de mayor calidad”, Fernández Espartero y Redondo dejaron su sello artístico. La fundadora del grupo Bolote, tras repasar viandas populares a base de patata de la mañana a la noche o juegos y canciones típicos de las quinterías, se marcó un extenso diálogo teatral ambientado en una casa de vendimiadores. Mientras, el cantante, que reconoció que el gusanillo artístico se le removió entre cepa y cepa, no tuvo más remedio que entonar el Somos de Daimiel, himno popular de la localidad y que, precisamente en este 2008 cumple 35 años de vida.

Tras ello, y al igual que sus predecesores en la palabras, concejal de Agricultura y alcalde, agradecieron a FEDADA, impulsora del evento, su acierto por recuperar una fiesta, que tuvo sus inicios en la década de los 60, y que “pone en valor un legado cultural y social que pasa de generación en generación”, tal y como resaltaba el primer edil daimieleño. Eso sí tanto Ramón Ruiz de la Hermosa como José Díaz del Campo, pisaores de honor, comentaron sus temores ante un oficio que nunca les ha tocado hacer en su paso por los plantíos.

Concursos

A esta puesta de largo y posterior concierto del Nuevo Mester de Juglaría en el Auditorio Municipal, le siguieron en la mañana del sábado los concursos para dilucidar la “Mejor pareja de vendimiadores” y de “Lanzamiento de rácimo a la espuerta”. En ambas tareas, “Marere”, un veterano con siete décadas de experiencia en estas lides, demostró que los años son un grado. Con distintos compañeros, apuntó con más tino y fue de los más rápidos y más limpios en la recolección de la “ugüa”, como recalcó que se debe decir al fruto de la vid. Una mañana preñada de buen humor en la que alguno cogió una liebre -más bien provocada- y en la que otros se quejaron porque su liño estaba más “cargao” que el del compañero o porque el capataz tardaba mucho en “echar el cigarro”. En definitiva, lo que pasa en cualquier cuadrilla.

Pisá de la Uva

Ya por la noche, la Plaza de España se convirtió en bodega y Ruiz de la Hermosa y Díaz del Campo se afanaron, con más destreza en el primer caso, en la pisá de la Uva. Primer mosto simbólico que, a continuación se ofreció a la Virgen de las Cruces, en el mural cerámico, obra de Vicente Carranza, situado en una de las paredes exteriores de la ermita de las monjas Mínimas.

Fin de fiesta

El remate a la fiesta llegó en la mañana del domingo en el Parterre. Cada una de las asociaciones que integran FEDADA levantó un pequeño stand en el que a cambio de 5 euros los daimieleños pudieron degustar hasta 14 pinchos diferentes regados, como no, por vino de la tierra. Chorizos, morcillas, pisto, migas o huevos con pimientos que completaron el buen sabor de boca que ha dejado esta iniciativa en la localidad

Una respuesta que, en el primer resumen del presidente de FEDADA, José María Díaz-Salazar animan “para continuar en un futuro y compensan el esfuerzo, totalmente altruista, de todas las asociaciones”.

Daimiel 2008